1. Frasco a base de miel, almendras y nueces
Tan sencillo como eficaz. En primer lugar, hemos de preocuparnos de adquirir miel pura, orgánica y sin ningún trazo de azúcar añadido. Para ello, lo más adecuado es que la compremos directamente a un apicultor.
Luego, para preparar el remedio podemos optar por incorporarlo todo a un frasco más grande del que trae la miel o intentar prepararlo en ese mismo.
Tomaremos una buena cantidad de almendras y nueces y las limpiaremos bien. Debemos asegurarnos de que no queden trozos de cáscara en ellas. De esta forma la miel potenciará sus sabor y los frutos secos adquirirán más beneficios. Cuando estén listas, podemos cortarlas en trozos más pequeños o bien dejarlas enteras. Las introducimos en el frasco de miel y con ayuda de una cuchara, las esparcimos por esta, para que no se concentren todas en un mismo punto
Modo de consumo
Cada mañana podemos tomar una cucharada de la miel con almendras y nueces.
O podemos mezclar una cucharadita en un poco de yogur natural.
O mezclado en un tazón de frutas: media manzana y medio plátano, o con trocitos de papaya.
También podríamos añadir un poco de miel con almendras y nueces sobre una rebanada de pan de centeno.