Acerca de Verónica Saavedra

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4 08, 2021

ABRE LAS PUERTAS DE TU CASA Y DE TU CORAZÓN

2022-09-21T14:38:18-05:004 agosto, 21|

Hablar y vivir la hospitalidad ha sido un desafío para mí; por un lado, me encanta tener personas en mi hogar, pero al mismo tiempo, me conflictúo al pensar que, si mi casa no está perfectamente organizada o no es lo suficientemente grande, no puedo recibir visitas. Esta lucha me ha privado, en varias ocasiones, de tener huéspedes en casa.

En la Biblia encontramos muchos ejemplos de personas que practicaron la hospitalidad, pienso en Jetro, el suegro de Moisés (Éxodo 2), la viuda de Sarepta (1 Reyes 17), la sunamita (2 Reyes 4). Jesucristo, nuestro amado Salvador también recibió el amor de muchos amigos que le hospedaron. En el libro de Hechos encontramos varios ejemplos de hospitalidad; Pablo tuvo amigos que le recibieron en sus casas y fueron de mucha bendición para su vida y ministerio. El autor de Hebreos nos dice que no nos olvidemos de la hospitalidad. El apóstol Pedro también nos exhorta a ser hospedadores sin murmuraciones (1 Pedro 4:9). Hay un hombre llamado Gayo que fue elogiado por su hospitalidad (3 Juan 1:5-8); y podría seguir citando más ejemplos de hombres y mujeres que mostraron amor y servicio a través de este ministerio.

En estos meses hemos pasado situaciones de prueba como familia, y una de las cosas que le pedíamos a Dios era tener un tiempo para desconectarnos y descansar. Dios en Su gracia nos permitió pasar varios días en casa de unos amigos muy especiales para nuestro corazón. Los conocí cuando tenía 19 años y en ese tiempo fui impactada por su hospitalidad sincera y amorosa. Al mirar hacia atrás me sorprende cómo un acto de hospitalidad unió nuestros corazones y, con el pasar de los años, el amor fraternal ha crecido entre nosotros, al punto que, hoy por hoy, nos consideramos familia.

En medio de las pruebas que hemos vivido en este tiempo, pasar unos días con ellos fue un regalo especial, nos sentimos amados, atendidos, mimados y cuidados. Experimentamos cómo cada acto de su hospitalidad era una caricia de Dios para nuestros corazones, que de una manera hermosa sanaban el dolor que estábamos pasando. Hablar con ellos, reír, disfrutar de juegos de mesa, orar con ellos, comer rico, realizar caminatas, conocer nuevos lugares, nos permitieron, a mi esposo y a mí, ver cómo Dios usa grandemente a los de corazón hospedador para bendecir y animar de maneras únicas.

Quizás digas, esto no es para mí porque no tengo una casa lo suficientemente grande o porque no estoy casado, pero Jesús nos invita a todos a mostrar actos sencillos, como dar un vaso de agua al sediento, que pueden marcar la vida de una persona con un impacto eterno.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer, tuve sed, y me disteis de beber, fui huésped, y me recogisteis, desnudo, y me cubristeis, enfermo, y me visitasteis, estuve en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.

Mateo 25:35-40

Los hospedadores son personas reales que no buscan impresionar, sino servir a Cristo al servir a otros. Los hospedadores son personas de carne y hueso que, al mostrar sus vidas, no perfectas, pero dependientes de Dios, son instrumentos poderosos para mostrar el evangelio de Cristo y animar a quien está desanimado.

Al recordar este precioso ministerio de la hospitalidad, Dios ha despertado en mi familia el anhelo de volver a abrir las puertas de nuestra casa, pero, sobre todo, abrir nuestros corazones para que Dios brille a pesar de nuestras grietas.

Nuestra casa, en realidad no es nuestra, le pertenece a Dios, así que ¿por qué no dedicar al Señor el lugar donde vivimos y pedirle que lo use para Su gloria? Oremos por oportunidades para servir a personas en nuestros hogares, oremos para que Dios nos dé la sabiduría y la dirección para vivir la hospitalidad.

Nunca es tarde para convertirnos en hospedadores, y mostrar a este mudo solitario, temeroso y necesitado, el amor de Dios, al darles una probadita de lo que nos espera en nuestro hogar celestial donde nuestro Hospedador perfecto, amoroso y generoso está preparando un banquete para nosotros.

Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.

Romanos 12: 13

27 07, 2021

Pozole a lo ecuatoriano

2021-07-27T22:23:09-05:0027 julio, 21|

Quiero compartir una receta que me enseñó una amiga muy especial, es a base de pimientos. Si a tus hijos nos les gusta los pimientos, como les pasaba a los míos, te propongo esta receta, me funcionó muy bien.

Ingredientes:

· 1 cebolla perla mediana cortada en cuadros

· 2 dientes de ajo

· 1/4 taza de tallos te culantro picados finamente

· 2 cucharada de aceite

· 2 litros de fondo de pollo o res

· 1 pimiento amarillo grande cortado en cuadros

· 1 pimiento rojo grande cortado en cuadros

· 1 pimiento verde grande cortado en cuadros

· 1 jalapeño pequeño (si te gusta más picante, un jalapeño más grande)

· 2 tazas de mote cocido

· 2 cucharadas de chili en polvo (puedes usar paprika)

· 1 pechuga de pollo cocida cortada en cubos pequeños (puedes usar carne de res o cerdo también)

· Sal al gusto

· 4 tortillas suaves de maíz

 

Preparación:

1. Realiza un refrito con la cebolla, el ajo, el culantro y 1 cuchara de aceite.

2. En una olla calienta el fondo de pollo y coloca el refrito. Deja hervir.

3. Realiza un refrito con los 3 tipos de pimientos y el jalapeño.

4. Coloca el mote, el pollo en el caldo.

5. Agrega los pimientos y el jalapeño sofritos en el caldo que está hirviendo.

6. Condimenta con sal al gusto y coloca el chili en polvo.

7. Calienta las tortillas de maíz.

8. Sirve la sopa caliente junto a las tortillas y disfrtuta.

 

21 07, 2021

Crema de lentejas

2021-07-14T14:22:17-05:0021 julio, 21|

Ingredientes: 

  • ½ libra de lentejas
  • 1 hoja de col
  • 1 zanahoria
  • 1 huevo 
  • Sal y orégano al gusto 
  • Cilantro
  • 2 papas
  • ¼ leche
  • ½ cucharadita de mantequilla

 

Preparación:

  1. Remojar las lentejas 30 minutos aproximadamente.
  2. En una olla agregar 1 litro ½ de agua, cuando esté caliente añadir las lentejas y dejar hervir unos 30 minutos.
  3. Agregamos la zanahoria en cuadritos, el huevo esperamos que hierva 10 minutos más para agregar la col y papa en cuadritos.
  4. Esperamos hasta que la papa y la zanahorita estén blandos y apagamos al fuego.
  5. Con un colador, separamos el agua de nuestras lentejas y el huevo ya cocido lo partimos en cuadritos sin la yema.
  6. En la licuadora mezclamos las lentejas, zanahoria, col, papas, orégano, sal al gusto, leche y licuamos. 
  7. Verter nuestra crema en una olla, añadimos cilantro, el huevo en cuadritos, dejamos calentar unos 5 minutos.
  8. Servir la crema con canguil o chifles. 
13 07, 2021

Pechugas de pollo apanadas con queso parmesano y harina de almendras

2021-07-13T13:54:33-05:0013 julio, 21|

Ingredientes:

  • 2 pechugas de pollo 
  • 1/2 taza de queso parmesano
  • 1/2 taza de harina de almendras 
  • ¼ crema de leche
  • 1 clara de huevo
  • ½ taza de aceite

 

Aliño:

  • 3 dientes de ajo 
  • Pizca de sal y pimienta
  • ½ cucharadita de orégano
  • Cilantro

 

Preparación:

  1. Machacar el ajo con cilantro: agregar sal, pimienta y orégano. 
  2. Untar el aliño a las pechugas, dejamos reposar por 5 minutos.
  3. Mezclamos en un plato el queso parmesano y la harina de almendras. 
  4. La crema de leche la ponemos en una sopera y la clara de huevo en otra sopera.
  5. Una vez que la pechuga haya reposado con el aliño; la sumergimos por la crema de leche (esto ayuda que al final de la cocción quede jugosa) y por la clara de huevo.
  6. Luego la llevamos a nuestra mezcla de queso parmesano y harina de almendras para que pueda ser cubierta por completo.
  7. La llevamos a la sartén ya caliente y freímos durante 3 minutos hasta que esté dorada.
  8. Servir con alguna ensalada fresca o papas gratinadas. 
20 05, 2021

IDOLATRÍA EN LA MATERNIDAD

2022-09-21T14:38:26-05:0020 mayo, 21|

Lo que realmente hace frustrar a una madre está en su corazón.

En estas últimas semanas he estado leyendo varios libros de la Biblia conocidos como los libros históricos, y una cosa que me molestaba mucho mientras leía Reyes y Crónicas, es que varios monarcas de Israel y de Judá “hacían lo bueno ante los ojos de Dios”, pero… ese pero me molestaba: “pero tal o cual rey NO quitó los lugares altos donde se adoraba a dioses falsos.” Mi enojo fue mayor cuando uno de esos reyes malvados (Acab), quien llevó a la idolatría al pueblo de Dios, en el momento que estuvo en problemas, se humilló delante del Señor, y ¡Dios lo perdonó! ¿Cómo es posible que Dios lo perdonara? Me molestaba pensar en la bondad de Dios con un rey tan idólatra. Fue ahí cuando me cayó el balde de agua fría, porque Dios trajo convicción a mi corazón mostrándome que también soy idólatra; quizás no tenga una imagen para inclinarme o un amuleto que lleve conmigo, pero como mamá tengo un corazón con la tendencia a crear ídolos.

Bien lo describió Juan Calvino, “nuestros corazones son fábricas de ídolos.” O como lo explicó G. K. Chesterton: “Cuando nuestro corazón deja de adorar a Dios, no es que no adoramos a nada, sino que adoramos a cualquier cosa”.

Si lo meditamos con sinceridad, la maternidad puede convertirse en un ídolo que desplaza a Dios de nuestras vidas. Quizás me digas que eso no es posible porque la maternidad es buena, y estoy muy de acuerdo contigo, pero aún lo bueno y hermoso que viene del Padre de las luces puede convertirse en un ídolo cuando desplaza a Dios. Brad Bigney dijo: “Un ídolo es cualquier cosa, persona (yo le añadiría y circunstancia) que capta nuestro corazón, nuestra mente y afectos más que a Dios.” Algo bueno como la maternidad, si se convierte en algo que capta nuestro corazón más que a Dios, es un ídolo.

La idolatría de la maternidad puede lucir diferente en distintas etapas de nuestra vida, aún antes de llegar a ser madres. En la Biblia encontramos a mujeres que no podían tener hijos, como fue el caso de Raquel.

Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana,

y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo:

¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

Génesis 30:1-2

Raquel se sentía devastada porque no podía ser madre, se consumía por dentro al punto de desear morir y reclamar a un mortal algo que solo Dios lo puede hacer. Incluso, en esa desesperación por quedar embarazada, al parecer, hizo un trueque con Lea por unas mandrágoras (ver Génesis 30: 14-16). En la antigüedad, las mandrágoras eran consideradas plantas afrodisiacas con propiedades reproductivas. Es posible que, por el profundo deseo de llevar una vida en su vientre Raquel acudió a “remedios supersticiosos” (ídolos) que lo único que lograron fue llenar de tristeza y frustración su corazón.

Hace varios años, conversaba con una mujer muy sabia y amante de Dios, algo que ella dijo captó mi atención, ella me contó que de joven tenía una meta, casarse con un hombre muy atractivo para que sus hijos sean guapos. Esta mujer dijo: “Tuve hijos bellos y me enorgullecía de ellos, pero el costo que pagué fue alto, sufrí mucho y mi matrimonio terminó. Bendita gracia de Dios que llegó a mi corazón para sanar mi vida y las vidas de mis hijos.”

Esa conversación se quedó grabada en mi corazón, y se convirtió en un llamado de atención a mi vida, porque aún como mujeres solteras puede haber el deseo de ser mamás con las motivaciones equivocadas. Pablo dijo en Colosenses 3: 4 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” (énfasis añadido). Es interesante que Pablo diga que la avaricia es idolatría. La pregunta que surge es ¿qué es la avaricia? Bueno, es desear algo con tanta intensidad y vehemencia que nos hace creer que Dios no es suficiente. Ese tipo de avaricia nos lleva a tomar decisiones idolátricas; en el caso de la maternidad, puede distorsionar un deseo genuino y hermoso en un deseo de tener hijos para presumirlos, olvidando que los hijos nos han sido dados para criarlos en el temor del Señor y para su gloria (Isaías 43:7).

Cuando te enteras que estás embarazada, tienes una mezcla de emociones (y es otra etapa en la que podemos ser tentadas a fabricar ídolos en nuestros corazones). En el proceso de gestación nos preparamos leyendo todos los libros que están a nuestro alcance, los tutoriales de todas las redes sociales posibles, idealizando en nuestra mente lo excelentes madres que seremos, al punto de llegar a pensar que todo lo tenemos bajo control. No digo que está mal prepararnos y recibir consejos, es necesario y válido, pero lo importante es tener cuidado y buscar la sabiduría de Dios primero en el proceso para tener la actitud correcta mientras albergamos a una preciosa vida en nuestro vientre.

Confía en el SEÑOR totalmente, no en tu propia sabiduría.

Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas,

y él te ayudará a vivir rectamente.

Proverbios 3:5-6

Déjame contarte un poco de mi primer embarazo. Todo estaba “fríamente calculado” según mi planificación: parto normal, esposo en el quirófano para las fotos, estaba lista para recibir a mi primera hija, mis planes eran perfectos… Dios tenía otros planes. En el último momento tuvieron que realizarme una cesárea; mi esposo no pudo estar en el quirófano (gracias a Dios pude verlo a través de una ventana). Lo único que hacía era llorar, porque lo que yo quería que pase no pasó. Tuve hemorragia en la cirugía, estaba muy débil; al siguiente día seguía perdiendo sangre, llegué a tener anemia crónica. Mientras estaba con suero en un brazo y con una pinta de sangre en el otro brazo, no podía dar de lactar a mi pequeña que lloraba de hambre. En medio de ese proceso doloroso le reclamé a Dios por todo lo que estaba viviendo. Mi ideal de traer al mundo a una bebé se había convertido en una historia de angustia y desesperación. Le dije a Dios llorando: ¡me rompiste Señor!

En la cama del hospital Dios me recordó una parte del relato de Jeremías 18.

Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que, como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.

Me identificaba tanto con el pueblo de Israel, estaba rota, quebrantada, adolorida. No lo entendí en ese momento, pero al mirar atrás me doy cuenta que había hecho un ídolo de mí mismo y de la idea de maternidad que había dibujado en mi mente. Por amor (aunque no lo sentía así), Dios me había quebrado para volverme a hacer.

Quisiera decir que con esa experiencia mi tendencia a idolatrar la maternidad desapareció, pero cada etapa de esta gran aventura tiene momentos donde el ídolo de la “súper mamá” quiere invadir mi vida. He descubierto que esa tendencia idolátrica no desaparece cuando das a luz, ni cuando tienes a tu bebé en brazos. Ese ídolo quiere gobernar el corazón cuando una mujer adulta te da un consejo y te enojas porque no te gusta que te digan lo que tienes que hacer. O cuando pones a tus hijos por encima de tu cónyuge alegando que tus hijos te necesitan más que tu esposo. O cuando miras al hijo de otra mamá más saludable, inteligente, o “más dotado” que el tuyo, y empiezas a “arreglar” a tu hijo para que no se quede atrás de los demás.

La lista sigue, cuando los hijos tienen ciertos comportamientos o actitudes que nos hacen quedar mal como mamás, al punto que podemos llegar a “usar” a Dios para que supla ese deseo idolátrico que tenemos. Me explico, oramos para que nuestro hijo sea obediente a fin de que no dañe nuestra reputación de madres ejemplares que queremos irradiar en nuestro barrio, iglesia o en las redes sociales. Tengo que aclarar que orar por la obediencia de nuestros hijos no está mal, esa oración es necesaria, pero lo que he aprendido es que debo escudriñar la razón por la cual estoy pidiendo algo a Dios, por más bueno que sea.

Codiciáis, y no tenéis; … y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. (Santiago 4: 2-3). Ese deseo de ser vistas como madres modelo nos puede llevar a pronunciar oraciones que solo buscan nuestro deleite, dejando de lado a Dios para entronar al dios de la autosuficiencia en nuestras vidas.

No quiero que te sientas desanimada mientras lees esto. Puedo decir que la maternidad es uno de los regalos más bellos que Dios me ha concedido, he aprendido mucho, créeme, y sé que me falta camino por recorrer. Pero al escribir estas palabras mi intención es que juntas recordemos nuestra necesidad de Dios para ser la clase de madres que Él quiere que seamos, porque algo que compruebo una y otra vez es que sin la ayuda de Dios nuestro buen desempeño en la maternidad puede terminar decepcionándonos y no nos permitirá disfrutar de este regalo hermoso de ser siervas de Dios para criar hijos que le den gloria.

Cada día luchamos con nuestra fábrica de ídolos, donde nuestras motivaciones santas se chochan con nuestras motivaciones pecaminosas. Necesitamos ser intencionales y pedir a Dios que nos ayude a identificar los ídolos de nuestro corazón. No es en la superficialidad donde vamos a identificar nuestros ídolos como madres, es al sumergirnos en la verdad de la Biblia en donde podremos identificar esos altares que han desplazado a Dios para robarnos la paz y la satisfacción que solo nuestro Padre Perfecto puede darnos.

Para derribar los ídolos que están en los altares de nuestro corazón necesitamos una vida de constante arrepentimiento y fe, de esa manera podremos experimentar que Jesucristo realmente es suficiente. Cuando permitimos que Cristo sea nuestro todo en todo, podemos entender que no es el buen comportamiento de nuestros hijos, o sus buenas notas, o lo guapos que son, o lo jóvenes y saludables que nos vemos como mamás lo que llena nuestra alma, sino solo Cristo, en quien estamos completas (Colosenses 2:10).

La idolatría de la maternidad trae sed a nuestro corazón mientras tratamos de saciarla con el agua salada del control. Es ese “si tan solo” que nos autoimponemos o imponemos a nuestros hijos provoca en nosotros esa sed de aceptación. Solo Cristo es nuestra fuente de vida inagotable que trae frescura y plenitud a nuestro corazón.

Jesús dijo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Juan 7:37-38

Identificar los ídolos de nuestro corazón requiere de trabajo y esfuerzo porque muchos de ellos están tan arraigados en los rincones más profundos de nuestros corazones que será difícil identificarlos a primera vista. Por eso necesitamos orar como lo hizo el rey David:

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;

Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

Salmo 139:23-24

Hacernos preguntas difíciles a la luz de la Palabra de Dios nos ayudará a identificar esos ídolos que no nos dejan vivir en el gozo y plenitud que solo Cristo nos da. Comparto contigo algunas preguntas que me han revelado los ídolos que mi corazón de mamá ha albergado:

· ¿Cómo reacciono cuando mis hijos me decepcionan?

· ¿Cuáles son mis temores más frecuentes como madre?

· ¿Cuáles son las cosas que me irritan de mis hijos?

· ¿Cuáles son las cosas que me producen descontento en la maternidad?

· ¿Qué es más importante para mí, sus calificaciones o su corazón?

· ¿Por qué cosas estoy orando sin evaluar mis verdaderas motivaciones?

· Con la mano en el corazón y delante de Dios: ¿por qué realmente quiero ser una buena madre?

Puede ser que responder a estas preguntas revelen verdades dolorosas, como lo hicieron conmigo, pero este es el mejor lugar para mirar a Cristo, pedirle perdón y derribar esos ídolos que nos alejan de su amor, gracia y paz. Pedir perdón a Dios aclara nuestra visión y nos permite estar cerca de nuestro Padre Eterno y cerca del corazón de nuestros hijos. Pedir perdón a Dios por nuestra idolatría nos permitirán contemplar la belleza sublime de nuestro precioso Salvador.

Mi oración por ti y por mí es que la gracia de Cristo y el conocerle más por medio de su Palabra nos permita llegar a abrumarnos de su hermosura al punto que Él sea nuestro mayor anhelo y satisfacción, que estemos tan llenas de su amor para pelear con fidelidad esta batalla contra los ídolos de nuestro corazón. Cristo es quien se ofreció en la cruz para saciar nuestra vida y darle un nuevo sentido a todo lo que somos y todo lo que hacemos. Solo Cristo puede darnos esperanza de vida eterna. Experimentar esta verdad cada día, nos ayudará a estar más conscientes de los ídolos que quieren apoderarse de nuestro corazón.

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento

para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.

Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

1 Juan 5: 20-21

 

ESCRITO POR: Verónica Saavedra

23 12, 2020

Adviento Símbolos de la Navidad – El Nacimiento de un Niño

2020-12-23T10:51:33-05:0023 diciembre, 20|

Símbolos de la Navidad

 

El verdadero significado para recordar en familia.

Los símbolos son útiles para recordarnos el verdadero significado de las cosas. Uno no adquiriere un símbolo de la noche a la mañana o a nuestro antojo, ellos siempre traen una historia, una anécdota, una experiencia.

La primera navidad estuvo llena de eventos tan importantes, que marcaron objetos y experiencias del diario vivir, a la estatura de símbolos sublimes para toda la humanidad.

 

El nacimiento de un niño – Símbolo de Salvación.

 

Una vez que Dios le hablo a la mujer y a la serpiente en Génesis 3 acerca de la enemistad entre ellas, y la manera en que la serpiente sería vencida, por el fruto del vientre de una mujer, el diablo quedo enloquecido; para él, toda mujer embarazada podría haber sido la portadora de esa promesa y todo niño recién nacido pudiera haber sido el Mesías prometido.

Nadie sabía quién sería el Salvador hasta el día que Dios le hablo a María, la madre de Jesús.

Un niño al mundo nació,

Su nombre es Emmanuel: Dios está con nosotros.

Su nombre es Jesús que significa Salvador.

Dios estaba en el recién nacido Jesús

Brindando su mejor regalo a la humanidad:

Su Amor y Salvación

 

Escrito por Rebeca Segebre

 

Oración

En esta navidad te adoramos Jesús, reconocemos que tú eres el Dios encarnado que vino al mundo a darnos salvación. Usa nuestras vidas para ser portadores del mensaje de la navidad a quienes están necesitados de la luz que da vida eterna.

14 12, 2020

Adviento Símbolos de la Navidad-El pesebre

2020-12-14T09:27:51-05:0014 diciembre, 20|

El verdadero significado para recordar en familia.

Los símbolos son útiles para recordarnos el verdadero significado de las cosas. Uno no adquiriere un símbolo de la noche a la mañana o a nuestro antojo, ellos siempre traen una historia, una anécdota, una experiencia.

La primera navidad estuvo llena de eventos tan importantes, que marcaron objetos y experiencias del diario vivir, a la estatura de símbolos sublimes para toda la humanidad.

 

El pesebre – símbolo de paz y descanso

María y José hallaron descanso del arduo camino en un pesebre, un lugar que fue propicio para Dios dar al mundo la Salvación prometida. Él nació en un humilde pesebre para regalarnos el exclusivo Cielo.

 

La cuna de paja, los animales del establo, los pastores del campo, todos estos símbolos nos recuerdan del origen del hombre y de la manera primitiva de la creación. Todo ser humano que haya sido perseverante en su búsqueda por el verdadero descanso, tendrá que confesar que lo encontró cuando más cerca estuvo de la naturaleza y no necesariamente cuando se consentía a sí mismo en el lujo del materialismo de hoy. El verdadero descanso se encuentra en aquel pesebre porque allí descansó el recién nacido Jesús.

 

Descanso me da el pensar,

Que si la humildad de un pesebre

No fue excusa para Él nacer,

De mi pobre Corazón él no se va a esconder.

 

Escrito por Rebeca Segebre.

 

Oración

Gracias Padre por enseñarnos, con tu humilde venida al mundo, que el verdadero descanso de nuestras almas no está en lo mucho que podamos tener, sino en Jesucristo, quien se despojó de su gloria, nació en un pesebre y años más tarde dio su vida en una cruz para que nuestras almas encuentren la verdadera paz. En esta Navidad ayúdanos a recordar que la celebración está en Ti el autor de la salvación.

3 12, 2020

Adviento Símbolos de la Navidad- Los Villancicos

2020-12-14T09:32:03-05:003 diciembre, 20|

El verdadero significado para recordar en familia.

Los símbolos son útiles para recordarnos el verdadero significado de las cosas. Uno no adquiriere un símbolo de la noche a la mañana o a nuestro antojo, ellos siempre traen una historia, una anécdota, una experiencia.

La primera navidad estuvo llena de eventos tan importantes, que marcaron objetos y experiencias del diario vivir, a la estatura de símbolos sublimes para toda la humanidad.

 

Los Villancicos – Símbolo de Gozo

Cuando te reúnas en familia esta navidad, incorpora esas canciones a tus fiestas. Habla con tu pastor y recuérdale que cuando esté planeando los servicios, no olvide incorporar villancicos en la programación de la iglesia.

Celebrar la Navidad sin Villancicos, es para mí, como si celebráramos la Semana Santa sin Santa Cena; no es que sea un pecado, pero no hacerlo, es perder una oportunidad más de recordar la razón de la celebración.

 

Canciones viejas y nuevas se repiten en las fiestas navideñas,

Recordándonos que en aquella Noche Buena los ángeles cantaron,

De Paz y de Buena voluntad para con los hombres de toda la tierra.

 

Oración:

Señor, hoy recordamos tu adviento y cantamos de alegría:

“Te alabaré oh, Señor. Estabas enojado conmigo, pero ya no. Ahora me consuelas.” (Isaías 12: 1)

Sabemos que llegaste al mundo como fuente de salvación.

Leemos en tu palabra que unos hombres sabios de oriente y unos humildes pastores de Belén les fue revelado tu adviento. Ellos, tanto los sabios como los humildes, te buscaron y te entregaron honra y adoración. Al igual hoy, nosotros nos acercamos a tu trono Rey, para darte el honor y la alabanza que merece tu nombre.

Nos unimos hoy a la adoración celestial de la que nos habla apocalipsis 4: 11: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.

Que cada persona que te busca hoy pueda cantar de júbilo en su corazón, y a todos nos entregues una nueva canción.

Gracias Señor, viniste a salvarnos. Recibe nuestra adoración.

 

Escrito por: Rebeca Segebre

30 11, 2020

Adviento Símbolos de la Navidad – La Estrella

2020-11-30T10:28:11-05:0030 noviembre, 20|

Símbolos de la Navidad

El verdadero significado para recordar en familia.

Los símbolos son útiles para recordarnos el verdadero significado de las cosas. Uno no adquiriere un símbolo de la noche a la mañana o a nuestro antojo, ellos siempre traen una historia, una anécdota, una experiencia.

La primera navidad estuvo llena de eventos tan importantes, que marcaron objetos y experiencias del diario vivir, a la estatura de símbolos sublimes para toda la humanidad.

La Estrella – Símbolo de Esperanza
(Vela #1)

Cuando hallamos esa pequeña luz, encendida en la oscuridad de un camino largo y sin ruta establecida, nos damos cuenta que la ruta correcta, es seguir esa luz. Así se sintieron los Reyes que buscaban al Mesías: “Su estrella hemos visto.” Esa estrella era la esperanza que Dios les dio. Si seguimos esa estrella tendremos éxito en nuestro viaje. La estrella los guio por el sendero correcto, cuyo destino fue el recién nacido Jesús.

Él es la Luz del mundo y nosotros, su iglesia, somos llamados a ser luz; recordemos entonces esta Navidad que:

La luz de aquella estrella,

Brillaba con un solo propósito

De guiar a muchos otros

A la verdadera fuente de toda Esperanza.

 

 

Oración:

Padre Celestial, gracias por iluminar este mundo al enviar a tu Hijo Jesucristo. Gracias por dar luz a nuestros corazones que estaban confundidos en medio de la oscuridad del pecado y la desesperanza. Prepara nuestras vidas para celebrar el verdadero significado de la Navidad. Que Jesús, la luz del mundo, quien vino a iluminar el camino al Padre, nos recuerde el verdadero sentido de la celebración en estas fechas. Amén.

 

Rebeca Segebre

23 12, 2019

Adviento (Vela#4 – GOZO)

2019-12-23T09:51:23-05:0023 diciembre, 19|

Durante las últimas semanas hemos celebrado el Adviento para recordar el verdadero significado de la venido de Cristo al mundo. Hoy encendemos la cuarta vela que representa gozo.  La venida de Cristo es un mensaje de gran gozo. La presencia de Cristo en nuestras vidas nos llena de gozo.

Esperamos vivir eternamente con Jesucristo, donde no hay lágrimas, ni llanto, ni dolor, en una morada de gran gozo.

Versículos para reflexionar

Lucas 2:9-11

De repente, apareció entre ellos un ángel del Señor, y el resplandor de la gloria del Señor los rodeó. Los pastores estaban aterrados, pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo— Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. ¡El Salvador —¡sí, el Mesías, ¡el Señor – ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David! 

Salmos 16:11

Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha.  

 Oración

Señor, has cambiado mi lamento en baile, transformando la oscuridad de mi corazón en luz radiante. Los ángeles celebraron gozosos tu llegada a Belén y junto a los pastores, mi espíritu eleva cánticos de agradecimiento y liberación. Es que eres la Luz del mundo, la luz de mi corazón y me regocijo en ti, Señor Libertador.

Tu consuelo llena mi alma de alegría y me deleito en tu salvación.

Ayúdame a ser fuente inagotable de tu Amor para quien lo necesita. Enséñame a gozarme en ti cada día. Amén.

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