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18 08, 2017

Oraciones… ¿sin respuesta?

2019-11-11T09:33:25-05:0018 agosto, 17|

No sé si alguna vez has deseado algo con todo tu corazón y te has esforzado por conseguirlo, has orado y orado y nada de lo que pediste se te ha dado. Bueno, si es así, bienvenido al club.

Cuando estás atravesando un largo camino de dolor y lo único que pides es un milagro. Sientes que ninguna de tus oraciones reciben respuesta que tu corazón permanezca firme en quien has creído pues Él permanece fiel aunque nuestro dolor no nos permita verlo.

Ahí es donde debemos recordar más que nunca quien es nuestro salvador y la fuerza de lo que ha hecho por nosotros. En estas épocas es cuando necesitamos de hermanas y hermanos que nos sostengan en oración. Que nos visiten y que nos recuerden el evangelio.

Cuando estamos en estas crisis y cuando no hemos recibido el milagro que hemos pedido es cuando más nos debemos aferrar a Dios y su palabra. Ser sinceros y decirle: Necesito que me ayudes a permanecer, ayúdame  a creer y a amarte pese a todo, porque con este dolor pienso que no puedo.

Dios está a nuestro lado siempre y ese es nuestro consuelo, nuestra esperanza y nuestra verdad en el momento de dolor.

-Rodéate de hermanos piadosos que oren por ti y te recuerden el evangelio. (Comunidad)

-Lee la palabra de Dios, aférrate a su verdad. (Verdad)

-Pídele a Dios que te sostenga y fortalezca, que te mantenga tu fe y vita en él. (Comunión)

Esa etapa cuando pides y pides y pides y analizas y dices: “por qué no se me da si lo que estoy pidiendo no es nada malo”, quizás es un milagro y cuando recibes respuesta a tus oraciones reniegas, te recientes, te alejas e incluso dudas de tu fe. Cuando esto sucede debemos meditar en lo que está sucediendo te das cuenta que sí has recibido respuesta, sólo que quizás no la que tu querías.

Creo que cuando oramos siempre hay un efecto, tal vez no recibas lo que pides pero Dios siempre hace algo. Pues cuando la repuesta es afirmativa, que bueno, pero cuando es negativa él igual está trabajando en tu corazón, está formando algo invisible ante tus ojos. Atraviesa las aguas del dolor confiando en su fidelidad.

16 08, 2017

Las palabras materializan la realidad

2019-09-09T00:15:50-05:0016 agosto, 17|

Probablemente yo hago parte de la “inmensa minoría” de personas que no necesitamos del despertador para levantarnos puntualmente en la mañana. Es decir para mi es suficiente “ordenarle” a mi cerebro que se despierte a las 4:30 a.m. todos los días. Un experimento realizado por científicos rusos y búlgaros muestra que pensar en algunas  palabras al tiempo que se memoriza su posición en el espacio donde están escritas, activa la parte del espacio correspondiente a su significado.

Una palabra es capaz de potenciar la sensación de realidad de un objeto en el espacio, a pesar de que ‘no haya’ ningún objeto, digamos arriba, abajo, lejos, cerca, etc.

Los científicos basaron su investigación en la idea de la denominada estimulación mental, con el fin de mostrar que el pensamiento humano puede ser material.

Una palabra es capaz de potenciar la sensación de realidad del objeto en el espacio, a pesar de que no haya ningún objeto ni palabra.

Datos recientes muestran que la simulación mental no es muy diferente de la situación real, en términos de la percepción de nuestro cerebro. Para el cerebro la situación real y su simulación es un solo evento.

La Biblia enseña que la lengua tiene poder y puede dar vida o muerte con las palabras. La bendición es una oración a favor, mientras la maldición es una oración en contra. La bendición es una acción benéfica, pero la maldición es una obra maléfica.

Si creemos bien, vamos a hablar bien, si creemos mal, vamos a hablar mal. Nuestras palabras revelan la fe que tenemos y no solamente la fe que tenemos, sino también lo que hay en nuestro corazón.

13 08, 2017

La fe se aprende mejor en la crisis

2019-09-09T00:13:26-05:0013 agosto, 17|

En conversaciones con personas que quieren servir a Dios, casi siempre les hago la siguiente pregunta: «Cuéntame acerca de una época en tu vida en la que experimentaste una crisis de fe». Las respuestas son intrigantes. Para algunos, una «crisis de fe» es falta de madurez espiritual,  por lo que niegan alguna vez haber tenido una, o son muy tímidos como para admitirlo. Otros, lo ven como un tiempo en el que sobrevivieron a un “Campo de concentración del divino sufrimiento» con mucho coraje.

Como joven pastor, tuve una crisis que duró casi dos años. Dejamos la iglesia que pastoreé y trabajé para convertirme, con mi familia, en misioneros con HCJB. Teníamos dos hijas pequeñas, una casa para pagar y un auto que continuamente se descomponía. Con frecuencia clamé a Dios porque no tenía idea de cómo sobreviviríamos la próxima semana. Por su gracia, nunca dejamos de cumplir con los pagos de la casa, nuestro coche de repente funcionó bien, y siempre había comida en la mesa. Pero luché con la duda. «Estoy tratando de servir a Dios, ¿por qué Dios no resuelve estos problemas?»

Un pastor me enseñó que la fe se aprende mejor en la crisis, no en la calma. Recuerden lo que dice Salmos 119: 65-67:

La tierra, oh SEÑOR, está llena de tu misericordia; enséñame tus estatutos.
Bien ha obrado con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra.
Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos.
Antes que fuera afligido, yo me descarrié, mas ahora guardo tu palabra.
Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos.

«Yo me descarrié» no significa «pecado», significa crisis. Es parte del ser humano, de ser hechos de polvo (Sal 103: 14).  El amor de Dios por nosotros significa que Su fidelidad no está condicionada a la nuestra. Él es un Dios bueno, misericordioso, y todo lo que Él hace es bondadoso.

20 07, 2017

Guillermo Marconi (Galería de la Fe)

2019-09-09T00:15:52-05:0020 julio, 17|

En nuestros recorridos por los amplios pasillos de la Galería de la Fe nos hemos encontrado con hombres y mujeres de ciencia que pese a sus profundos conocimientos no abandonaron su fe. Este es el caso de este hombre, un ingeniero e inventor italiano que inició con la transmisión de la radio a larga distancia, desarrolló la «Ley de Marconi» y un sistema radio-telegráfico pionero. Su nombre es Guillermo Marconi.

A pesar de que la ciencia jugaba un papel fundamental en su vida, para Marconi la fe en Dios era mucho más importante, y él no estaba apenado de ser cristiano y científico a la vez:

“Cada paso que la ciencia hace nos lleva siempre nuevas sorpresas y logros, y sin embargo, la ciencia es como una luz débil luz de una linterna parpadeante en un bosque profundo y espeso, a través del cual la humanidad se esfuerza por encontrar su camino hacia Dios. Es sólo la fe la que puede llevar a la luz y servir de puente entre el hombre y el Absoluto.

Me siento orgulloso de ser cristiano. Yo creo no sólo como cristiano, sino como un científico también. Un dispositivo inalámbrico puede entregar un mensaje a través del desierto. En la oración, el espíritu humano puede enviar ondas invisibles a la eternidad, las ondas que alcanzan su meta en frente de Dios.”

Marconi habló de fe en el poder de la oración:

“Creo que sería una gran tragedia si los hombres perdieran su fe en la oración. Sin la ayuda de la oración quizás yo hubiera fallado en lo que he tenido éxito. Al permite alcanzar lo que he hecho, Dios ha hecho de mí un mero instrumento de Su voluntad, por la revelación de Su propio poder Divino.”

En una carta a su esposa María Cristina (París, 1 de Abril 1927) Marconi escribió:

«No pienses que estoy desagradecido a Dios por Su bondad y por Su benevolencia, a quien le debo tanto, todo. Dios me ha dado este amor eterno y todopoderoso, y creo que Él lo ha hecho para mi propio bien y, me atrevo a creer, que también por el tuyo.”

Un gran científico, pero aún más grande en la fe, Guillermo Marconi.

4 05, 2017

Débora, una inspirada patriota (Galería de la Fe)

2019-09-09T00:13:47-05:004 mayo, 17|

Hoy que estamos ponderando el liderazgo de la mujer, en la Galería de la Fe, emerge el nombre de una mujer, Débora. Bueno en realidad son dos mujeres llamadas Débora, una fue la nodriza que sirvió con la leche de sus pechos en la familia patriarcal de Jacob; y la otra Débora, fue la profetisa y única jueza en la época en que los jueces o salvadores que el Señor levantaba gobernaron Israel.

En realidad hay muchos aspectos que podríamos resaltar de Débora, la jueza-profetiza; al parecer esta era la mujer de un hombre llamado Lapidot, como esposa se desenvolvía con mucho acierto y sabiduría.

Débora es una de las varias mujeres en las escrituras que se distinguió por poseer el don de la profecía, lo que significa la capacidad de discernir la mente y el propósito de Dios y declarárselo a otros. Fue así mismo gobernadora, y sobre todo en aquellos días en que la figura de la mujer era claramente subordinada al del hombre. Todo Israel estaba a su jurisdicción y desde la palmera que llevaba su nombre, ella impartía rectitud, justicia y misericordia.

También fue una guerrera y una inspirada patriota. Tuvo un ejército de 10 mil hombres a cargo de un militar llamado Barac, Débora tenía a Dios como aliado.

Se distinguió así mismo como poetisa, ella es la autora de una canción que está considerada uno de los especímenes más finos de la antigua poesía hebrea, superior incluso al famoso canto de Miriam.

Hoy tenemos a Débora en la Galería de la Fe: profetisa, gobernadora, guerrera, y poetisa. Su cántico es inmortal, así como su nombre porque dedicó su vida a Dios y sus hechos fueron heroicos y sublimes.

3 05, 2017

5 cosas que aprendí sobre Dios en los aeropuertos

2019-09-09T00:16:01-05:003 mayo, 17|

Al que madruga Dios le ayuda (a no perder el vuelo)

Hay una regla básica en la vida de la aeronáutica. El avión no espera a nadie (excepto al piloto).

Mi papá  tiene un estilo de viajar diferente al mío. Mientras a mi me gusta llegar 1 hora o 1.5 hora antes del vuelo, a él le gusta llegar 3 o 4 horas antes. En una ocasión viajamos juntos y obviamente tuve que hacerme a su horario. Llegámos con lo que yo creía era tiempo de sobra y vimos una cola demasiado larga para el vuelo. Resulta que la aerolínea estaba saturada en vuelos, retrasada y en general era un caos. Cuando por fin nos atendieron nos dimos cuenta que las personas un par de turnos detrás no lograron subir al vuelo.

De la misma manera hay personas que conocen a Dios y piensan «sí pero Dios es bueno, no voy a cambiar en este momento porque luego me perdona» o «simplemente me arrepentiré antes de morir». Pero nunca sabemos lo que pueda venir a futuro. Es mejor madrugar para acudir al llamado de Dios, que estar luego arrepentidos eternamente de no haber llegado a tiempo a la terminal con rumbo al cielo.

Es mejor prevenir (en equipaje), que lamentar (la falta de ropa interior)

Mi reino por unos boxers y un cepillo de dientes

En un viaje fuera del país tuve la desventura de que la aerolínea extravíe mi equipaje. Llevaba conmigo sólo la ropa a mis espaldas y mi mochila. La mochila solo contenía mi cámara, computadora, diversos dispositivos electrónicos, pasaporte y Bíblia. Gracias a Dios llegué donde amigos de iglesia y uno de ellos tenía una talla similar a la mía, buen gusto en ropa y un gran corazón. Pocos días después la aerolínea me retornó mis cosas y pude estar tranquilo, pero durante ese tiempo sentí lo que se siente depender de otros para subsistir en lo más básico.

La Palabra nos cuenta que Jesús no tenía ni dónde dormir y que hasta los animales del campo tenían más que El (Mt 8:20). Aunque no sufrí mucho tiempo, tuve de quien depender, y crecí en amor y relación con las personas que me ayudaron. Cuánto más podemos aprender y depender de Dios. Ojalá no necesitemos que la vida nos extravíe todas nuestras posesiones para aprender a poner nuestra confianza en Dios.

Una sonrisa y una buena actitud ayudan, pero todo viene por gracia

-Señor no puedo dejarlo entrar al país.

*sonríe inocentemente*

-Un momento, ya veo cómo puedo ayudarle

Aunque no soy ciudadano, soy residente legal y permanente del hermoso país donde vivo. Aún así dependo de mi visa como documento oficial de mi estadía en tierras ajenas. En cierta ocasión salí del país y no llevé conmigo los documentos necesarios para volver a entrar. Obviamente al regreso tuve inconvenientes con los agentes de migración. Sin embargo al mantener una buena actitud y una sonrisa (pruebas contundentes de alguien que no viola la ley) quien me atendió me ayudó de buena manera y permitió mi entrada. Estuve a expensas de la gracia del agente y me la otorgó inmerecidamente.

No hay señal más clara del amor de otro que cuando recibimos por misericordia lo que no merecemos. Realmente, por mi falta de planificación, no merecía entrar al país, pero por gracia del agente pude entrar. Y mientras que todos merecemos nada menos que muerte eterna por nuestra naturaleza rebelde y pecaminosa(Romanos 3:23, Romanos 6:23) Dios en su infinito amor, compasión y misericordia nos da lo que no merecemos, vida. Y no por algo que yo pueda hacer, simplemente por su gracia (Efesios 2:8-9)

Cuando el destino es lo importante, incluso una piedra puede ser almohada

Como el perdido en el desierto, no sabía si era un espejismo, o realmente habia una fila de sillas vacias para pasar la noche

Si has viajado seguro nos has visto. En las esquinas, en las sillas, recostados contra las máquinas vendedoras, continuamente buscando enchufes eléctricos, con guitarras en mano, con mochilas enormes y durmiendo en cualquier rincón. Somo viajeros, somos mochileros y nos acomodamos donde sea.

He pasado noches largas, días largos, horas interminables esperando el siguiente vuelo. En esos instantes un libro se vuelve un regalo de Dios, un enchufe es maná del cielo, y una dura silla de plástico mejor que una tres plazas en hotel 5 estrellas con memory foam y ropa de cama de seda egipcia.

Cristo confirmó que la vida cristiana no es fácil y que tendremos muchos problemas (Juan 16:33), pero aún así nos confirma que El ya venció y podemos confiar en El. Cuando Jacob estaba viajando, siguiendo la promesa de Dios, pasó momentos donde no tuvo más sino que recostar su cabeza en una piedra y dormir (Genesis 28). Pero como cualquier viajero te puede contar, en medio de la mayor adversidad puede llegar lo mejor del viaje. Si estás siguiendo el camino que Dios te pone por delante, no te asustes por lo difícil que se ponga, todo está bajo Su control y lo más hermoso está por venir.

Todo en la vida se reduce a tu fe

Cuando el avión empieza a bajar, las oraciones empiezan a subir

Hablaba un día con un amigo aficionado a la aeronáutica, quien ha viajado mucho más que yo, y conversabamos del momento en que despega el avión. En ocasiones no hay preocupación, estás distraído, estás dormido, y un par de veces ni he notado cuando de repente ya estoy en el aire. Pero en otros momentos, inexplicablemente, tu corazón se llena de duda y de temor. Piensas «¿y si pasa algo?» pero sabes que probablemente todo estará bien… probablemente. Aunque lo haga mil veces, llegará un momento de duda a mi vida porque «esta puede ser la vez que no funcione».

A la final todo se reduce a fe. La fe que tienes en la aerolínea, en el piloto, en el avión, en la ciencia aeronáutica, en las leyes de la física, en tu mortalidad y en tu vida eterna. Pienso que más gente se acerca a Cristo durante turbulencia en un vuelo, que un domingo en la iglesia. Y aunque hay cosas en la vida que podemos ver y tocar, probar y experimentar, todo depende de si estoy seguro de mis cálculos, de mi percepción, de mi lógica, de mis sentimientos. Prefiero tener fe en un Dios eterno y seguro, que no cambia, que en una vida llena de turbulencia donde un cambio climático derrumba los argumentos del ateo porque «siempre habrá una posibilidad que allí está Dios». Nuevamente Efesios 2 nos enseña que somos salvos por medio de una sola cosa: Fe.

27 04, 2017

La “locura” de Noé (Galería de la Fe)

2019-09-09T00:13:49-05:0027 abril, 17|

Noé se toma un respiro del trabajo.  Sentado en una ancha viga de madera, endereza la espalda y estira sus adoloridos músculos mientras contempla la inmensa estructura de lo que será el arca.  Hay un fuerte olor a alquitrán en el aire y el sonido de las herramientas resuena por doquier. Desde donde está, Noé ve a su familia trabajando arduamente en el enorme armazón de madera.  Sus hijos, sus nueras y su amada esposa llevan décadas colaborando con él en esa construcción.  Ya han avanzado bastante, pero aún les queda mucho por hacer.

La gente dice que están locos.  Cuanto más terminada se ve el arca, más se ríen de que vaya a venir un diluvio que inunde la Tierra entera, como les está advirtiendo Noé.  La sola idea de que pueda ocurrir una catástrofe de tales dimensiones les parece absurda, un auténtico disparate. No entienden cómo puede alguien desperdiciar su vida —y la de su familia— en una tarea tan ridícula. Pero el Señor de Noé ve a este siervo suyo de manera muy diferente.

¡Qué difícil debía ser sacar adelante una familia en un mundo  tan espantoso! Pero Noé lo logró. Afortunadamente, encontró una buena esposa y, después de cumplir los 500 años, llegó a ser padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet.  Como buenos padres, se esforzaron por protegerlos de las malas influencias que los rodeaban. Los gigantes que habitaban en esa época tenían características que, por norma general, los niños admiran: eran hombres “poderosos” y “de fama”.  Noé y su esposa no podían evitar que sus hijos se enteraran de las barbaridades que cometían aquellos gigantes, pero sí podían hablarles sobre la atrayente personalidad de Dios, quien odia todo tipo de maldad.  Tenían que ayudarles a comprender que a Dios le dolía ver la violencia y la rebelión que plagaban el planeta.

En efecto, su fe contrastaba con la gran maldad de la gente. Y fue precisamente por su fe por lo que él y su familia se salvaron. Seguir su ejemplo también puede significar grandes bendiciones para nosotros y nuestros seres queridos. Noé, un hombre de Dios cuyo nombre está enmarcado en la Galería de la Fe.

MDC/ag

3 04, 2017

El juego de las expectativas

2019-09-09T00:13:52-05:003 abril, 17|

Jim Elliot, uno de cinco misioneros que fueron matados con lanzas por los indios huaorani en el Ecuador, hizo la mejor descripción de abnegación ante lo supremo, es decir ante Dios.  Dicha abnegación contrasta las expectativas personales con las de Dios. En su libro titulado «Portales de esplendor», Elisabeth Elliot, esposa de Jim, citó las palabras dichas por él: «No es tonta la persona que entrega lo que no puede retener, para ganar lo que no puede perder». Ese concepto, basado en la Biblia, transforma el martirio en una victoria gloriosa.  En contraste, los cristianos que se sienten confundidos y desilusionados con Dios no tienen ese consuelo, debido a un desbalance de expectativas entre las nuestras y las de Dios.

Es la ausencia de significado lo que hace que su situación sea intolerable.  Al encontrarse en esa condición, su depresión, causada por una enfermedad inesperada o la trágica muerte de un ser querido, realmente puede ser más intensa que la experimentada por el incrédulo que ni esperaba ni recibió nada.

No es raro escuchar a un cristiano, que se siente confundido, expresar enorme inquietud, ira o incluso blasfemias. La palabra clave, en relación con esto, es «expectativas». Son ellas las que preparan el camino para que suframos una desilusión. No existe una angustia mayor que la que una persona experimenta cuando ha edificado todo su estilo de vida sobre cierto concepto teológico y que, luego, éste se derrumbe en un momento de tensión y dolor extraordinarios. Una persona en esta situación, se enfrenta con la crisis que ha sacudido su fundamento, por ello se tiene que revisar primero cómo esta nuestro fundamento de fe, o sea, nuestras creencias y convicciones.

MDC/ag

2 04, 2017

Dios nos cuida y nos da su paz

2019-09-09T00:13:53-05:002 abril, 17|

En las últimas semanas, he escuchado con frecuencia la frase: “Y ahora, ¿qué va a pasar?”  La incertidumbre que se siente sobre el futuro lleva a las personas a sentir ansiedad, angustia y temor.

Sabemos que la preocupación no nos conduce a ningún lado, es como si alguien estuviera sentado en una mecedora: nos da algo que hacer, pero no nos lleva a ninguna parte.

No obstante, insistimos en preocuparnos por algo que sucedió y que ya no podemos rectificar; nos preocupamos por el presente, sobre el que no tenemos control y nos preocupamos por un millón de cosas que nos imaginamos pueden suceder en el futuro.

En Mateo 6:26, Jesús utiliza el ejemplo de los pajaritos que no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros, pero son alimentados por el Padre Celestial. Este sencillo ejemplo comunica un mensaje poderoso que debemos recordar y vivir cuando la angustia del futuro desconocido nos asedie:  Nosotros valemos más que estas avecitas, por tanto, Dios tiene un cuidado infinitamente mayor por ti y por mí.

El esperar en paz y creer que Dios nos cuidará significa aceptar que nuestras vidas están en Sus manos, que Él tiene un plan para nuestro futuro y ese plan es bueno.

En Efesios 3:20, el Apóstol Pablo dice: “Que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros”.

Aunque no conozcamos lo detalles de lo que vendrá, Dios sí sabe todo y nuestro futuro está en sus manos.

Que Dios nos ayude a enfrentar la vida con un corazón sereno y tranquilo, experimentando la paz maravillosa que nos ofrece y que está fundamentada en la relación que tenemos con Cristo y en la certidumbre que Él cumple cada una de sus promesas.

Sin importar cuán adverso pueda parecer el futuro, podemos tener serenidad y calma porque Dios tiene cuidado de nosotros y porque Él es nuestra paz.

Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13.

MDC/ag

30 03, 2017

Aquel que clama en el desierto (Galería de la fe)

2019-09-09T00:13:54-05:0030 marzo, 17|

Hoy avanzamos en nuestro momento en la Galería de la Fe y nos encontramos con la figura de Elías. Como muchos otros profetas, Elías no buscó ser mensajero de Dios.  En vez de ello, Dios lo escogió a él para el trabajo. Una vez fue llamado, Elías no vaciló en aceptar su misión, aunque parecía que su vida sería amenazada por el perverso rey. Elías fue enviado una vez a la ciudad capital de Samaria para dar el anuncio al rey Acab. Luego, Dios envió a Elías a esconderse a medida que la sequía se manifestaba, se secaban las fuentes de agua y se perdían las cosechas de la nación (1 Reyes 17:7-15; 1 Reyes 18:1).

Los profetas de Baal fueron humillados cuando no pudieron invocar a sus dioses paganos para terminar con la sequía y traer la tan necesaria lluvia sobre la tierra.  El rey Acab y sus oficiales estaban furiosos con Elías, pensando que él era la causa de tanto sufrimiento en Israel, y enviaron a capturarlo a tierras extranjeras (1 Reyes 18:10).

El milagro público más grande de Elías se dio en medio de un concurso con 450 profetas de Baal y los 400 profetas de Asera en el Monte Carmelo.  Elías invitó a todos estos falsos profetas y a todo Israel para una demostración que probaría que Baal no tenía ningún poder frente al Dios de Israel.  El resultado demostraría quién servía al Dios verdadero (1 Reyes 18:19-40).

Elías es considerado uno de los profetas más importantes del Antiguo Testamento.  Él llevó a cabo fielmente la misión de Dios a pesar de enfrentar el peligro y las dificultades. Él era la voz singular de “alguien que clama en el desierto” para reprender el pecado en la tierra y descubrir a los falsos profetas y a la falsa religión de su época, un hombre apasionado por Dios y por el servicio a los demás.

MDC/ag

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