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30 10, 2017

Una Herencia Eterna

2019-09-09T00:13:12-05:0030 octubre, 17|

Cuando escuchamos la palabra herencia viene a nuestra mente dinero, propiedades, posesiones o riquezas. Muchos seres humanos pasan sus vidas trabajando sacrificialmente para dejar algo de fortuna a sus hijos; y el querer dejar algún bien a la familia después de la muerte es un deseo bueno, y también bíblico, sobre todo si tomamos en cuenta que nuestro día a día se desenvuelve en un mundo difícil y consumista. Pero nos hemos puesto a pensar conscientemente, ¿cuál es el mejor patrimonio que una persona puede recibir? o; ¿cuál es el más valioso galardón que podemos ofrecer a los seres que amamos?

“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar”. Mateo 6:19-20 NVI

La Palabra de Dios nos enseña que existe una herencia que no se corrompe o desgasta; que la polilla de la avaricia, el pecado o el odio nunca echarán a perder; una herencia pura y perdurable. Los hijos de Dios somos herederos de Dios, y coherederos con Jesús (Ro. 8:17). Por lo tanto, al ser herederos significa que los hijos de Dios no hemos recibido todavía esa herencia prometida: la salvación plena o vida eterna. ¿Cuándo recibiremos esa vida eterna? Pablo dijo que esta vida eterna es la meta de la vida del cristiano: «…tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna» (Ro.6:22). El Señor Jesús fue bien claro al enseñar que la vida eterna no es algo que ya tengamos ahora los creyentes, sino algo que recibiremos en el futuro, en el siglo venidero (Lc.18:29-30). Por lo tanto, los que creemos en Jesucristo tenemos la vida eterna adjudicada por la fe (1Jn.5:13), esa es la herencia que Dios Padre tiene preparada para sus hijos.

Entonces, nuestra mejor herencia trasciende lo corpóreo, y es eterna. Está en la esfera espiritual para disfrutarla junto a nuestro Señor, Dios y Salvador. Y el poder pasar este privilegio a nuestros seres amados, es parte del mejor legado que podemos ofrecer, es la mejor herencia que podemos pasar, sabiendo que a quienes compartamos del amor de Jesucristo y lo acepten en su vida y corazón también heredarán la vida eterna en el siglo venidero donde ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor (Ap. 21:4).

25 09, 2017

Las tareas en casa prepara a nuestros hijos para la vida

2017-09-25T10:18:08-05:0025 septiembre, 17|

En un mundo ideal, nuestros hijos siempre ayudarían con las tareas del hogar (¡y sin quejarse!). Pero en la vida real, muchas mamás llevan toda la carga de las responsabilidades en casa. ¿Qué tipo de ayuda podemos esperar de nuestros hijos y a qué edad? ¿Cómo criamos niños que aporten a las necesidades de la familia?

Cuando pensamos en asignar tareas, es muy importante preguntar cual es la meta final que tenemos. Claro que sí, queremos que nos ayuden con una casa limpia, comida lista y ropa lavada, pero más allá de eso, estamos formando a nuestros hijos. Queremos que lleguen a ser adultos capaces, que viven con propósito, contribuyendo a sus familias, comunidades y a la sociedad. Muchos estudios muestran que la felicidad se encuentra en la contribución a una causa mayor. Como cristianos, reconocemos que Dios nos invita a su causa de bendecir al mundo. Podemos empezar entrenando a nuestros hijos en casa a aceptar el reto de participar en la causa de Cristo.

Nunca es demasiado temprano delegar tareas a nuestros hijitos. Por ejemplo, un niño de dos años puede poner la ropa sucia en la canasta y colocar servilletas en la mesa. Un niño de cuatro años puede limpiar derrames con un trapo y organizar sus juguetes. Un niño de seis años puede secar y guardar los platos y emparejar los calcetines. Un niño de ocho puede preparar un plato sencillo con ayuda (como cocinar huevos o avena). Un niño de diez puede saber coser un botón y lavar todo el baño. Poco a poco nuestros hijos irán aprendiendo las herramientas que necesitarán para el resto de sus vidas.

Como padres queremos entrenar a nuestros hijos para que prosperen en la vida aun cuando no estamos a su lado. Sí, nos cuesta trabajo detenernos de nuestros propios deberes para enseñarles a ellos. Si, podríamos hacer las tareas más rápidas sin su ayuda (por lo menos al principio). Pero no debemos privarles de la oportunidad de aprender a cuidarse a si mismos y de poder aportar como un miembro valioso del equipo familiar.

Cada persona anhela ser necesaria de alguna manera y Dios nos diseñó así. Efesios 2:10 dice “Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.” Por lo tanto, cada vez que nuestros hijos ayudan con las tareas de la casa, enfaticemos a ellos que son partes importantes de nuestro equipo familiar y de la familia de Dios.

 

Beth Saavedra
Iglesia “La Viña” Quito
vinaquito.com

6 09, 2017

La Empatía de un Maestro

2019-09-09T00:13:20-05:006 septiembre, 17|

Nuestros amados hijos se están integrando en este tiempo a sus aulas de clase y oramos a Dios para que encuentren aquellos maestros empáticos que mejoran la motivación y las habilidades académicas de los niños, como la lectura, la escritura y las habilidades matemáticas. Esto es determinante ya que un ambiente positivo creado por el profesor aumenta la motivación de los niños para el aprendizaje, de acuerdo con el estudio “Primeros pasosactualmente en curso en la Universidad de Finlandia Oriental.

La importancia de la empatía y una actitud cálida en el aula sigue siendo un fenómeno poco estudiado en ciencias de la educación. Sin embargo, varias investigaciones han demostrado que la interacción entre el maestro y el alumno es más importante para los resultados que los factores estructurales, como los materiales educativos y el tamaño de las clases.

Además, estudios anteriores han encontrado que la interacción profesor-alumno es un factor determinante durante los primeros años de escuela, pero hay indicios de que esta interacción también es clave después, cuando los retos académicos son mayores.

Los primeros años de la escuela elemental, es decir, de los 7 a los 10 años, son un período crítico durante el cual el niño tiene que tener una relación segura con su maestro.

Una actitud empática del maestro no sólo protege la imagen de los niños de sí mismos como estudiantes, sino también contra el bullying por parte de sus compañeros de clase.

Pese a las diversas opiniones que se pudieran aportar sobre los métodos instructivos, lo cierto es que Jesús fue por excelencia el gran Maestro, que ningún maestro a lo largo de la Historia ha logrado superar: en su forma de enseñanza, en sus dotes didácticas, en su trato con los demás, en sus ejemplos claros y prácticos.

Su doctrina fácil y comprensible poseía un alcance universal, y a la vez cautivaba el corazón de todo aquel que se prestaba a escucharle con atención. Sin duda, el modelo de Jesús en esta materia es digno de imitar.

Sabemos que la autoridad del Maestro no fue determinada por la imposición de sus doctrinas, sino por el dulce impacto de sus palabras, que llenas de amor y compasión, atrajeron el interés de sus contemporáneos y cambian muchas vidas aun hoy.

2 07, 2017

Relaciones Familiares Sanas

2019-09-09T00:13:35-05:002 julio, 17|

Desde el principio fuimos diseñados para vivir en comunidad. Dios, al crear a Adán notó que era inútil que estuviese solo; no podría servir a su Creador, sin una compañera que le ayude. Entonces Dios creó a Eva y fue así que se estableció la primera familia.

No debería sorprendernos entonces, ver que Dios usa imágenes familiares para ilustrar nuestra relación con Él. Somos adoptados en su familia (Ef.1: 5), y ahora somos Sus hijos e hijas (Gálatas 4: 5). Nuestra comprensión más íntima de Dios como Padre, y la iglesia como Su cuerpo, es experimentada primero en la familia. Jesús usó muchos escenarios familiares para enseñarnos sobre la vida en Su Reino.

Cualquiera que sea nuestro rol; de padres o hijos, el mayor desafío es crear un ambiente en nuestros hogares que se parezca a un pequeño paraíso en la tierra. Sin nuestra humilde dependencia del Espíritu Santo, sería imposible reflejar el amor, la compasión y la justicia de Dios. Afortunadamente no estamos solos. Efesios, capítulo 6 nos da claridad sobre la naturaleza de las relaciones familiares para maridos, esposas e hijos.  Pero a menudo olvidamos que este pasaje está precedido por el capítulo 5:18 que dice: «Llénense del Espíritu». Aunque hay muchas perspectivas sobre lo que significa «llenarse» o “ser llenos”, la proximidad de los capítulos 5 y 6 nos ayuda a entender que una parte significativa de esa llenura se expresa en las relaciones familiares sanas.

Tal vez la mejor imagen de la intimidad familiar y la interdependencia se encuentra en Jeremías 32:38 que dice: «Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.» Como una familia. Juntos. ¡Ser una familia con Dios!

30 06, 2017

¿Qué hacer si mi hijo se quedó en exámenes de recuperación?

2017-06-30T10:18:44-05:0030 junio, 17|

Al comenzar el año escolar nuestro anhelo como padres es que nuestros hijos pasen el año con las mejores notas, y por supuesto, que no se queden a supletorios. Pero, ¿qué hacer si nuestros hijos se quedan a exámenes de recuperación?

  1. Cuidemos nuestra reacción

Con seguridad vamos a tener la tendencia de enojarnos y frustrarnos, por ello debemos cuidar nuestro tono de voz. En esos momentos es importante ponernos en sus zapatos; con seguridad nuestros hijos ya deben estar muy estresados por la situación, y más que gritos o reproches, necesitan nuestro amor incondicional. Pero también debemos recalcarles la importancia de ser responsables en los estudios.

  1. No cuestionemos las habilidades de nuestros hijos

Insisto, el tono y las palabras que usemos son muy importantes es esta situación. Cuidémonos de decir cosas que ofendan la integridad de nuestros hijos. Recordemos que por quedarse en supletorios no significa que ellos no sean inteligentes o les falten capacidades.

  1. Apoyémosles en el tiempo de estudiar

Es necesario que estemos a su lado en el proceso de estudiar. Buscar a alguien que lo pueda nivelar le ayudará.  Mientras nuestro hijo esté estudiando podemos prepararle un jugo, un sánduche o decirle palabras de aliento. Esto permitirá que se sienta apoyado y encuentre una motivación pequeña para seguir estudiando.

El éxito del año escolar es una responsabilidad de todos en la familia, el apoyo incondicional de los padres marca una gran diferencia en el buen desempeño escolar de nuestros hijos.

9 06, 2017

La tecnología y nuestros hijos

2019-09-09T00:15:57-05:009 junio, 17|

Nos guste o no, la tecnología digital está tomando un lugar cada vez más central en nuestras vidas. Como padres tenemos el reto de entrenar a nuestros hijos a un manejo sano de la tecnología. Abundan estudios demostrando los efectos negativos en niños que pasan demasiado tiempo frente a las pantallas.

¿Cómo podemos poner límites sanos que no conviertan la tecnología en un fruto prohibido y tampoco expongan a nuestros hijos a los peligros de la pantalla? Algunos principios para guiarnos:

Permite que tus hijos se aburran.  Dios nos creó a su imagen y somos creativos como Él. Pero muchas veces no les damos espacio a nuestros hijos para desarrollar esa creatividad. Es más fácil sacar el celular y dejarles jugar con una aplicación, que escuchar sus quejas de que están aburridos. Es nuestra responsabilidad como padres entrenar a nuestros hijos en el dominio proprio, en postergar deseos, y en ser creativos con los recursos que tienen a mano. ¡Estas habilidades son necesarias para el resto de sus vidas!

Establece los parámetros para el uso de pantallas. Cada familia pondrá límites en cuanto a la cantidad y en cuanto al contenido de la tecnología. Lo importante es que existan reglas establecidas, en vista de sus valores como familia. Por ejemplo, podrían decidir que deberes de la escuela y tareas en la casa deben tener prioridad. Ayuda prohibir el uso de dispositivos antes del cumplimiento de lo mencionado. Nuestra familia tiene un “ayuno” de pantallas cada año en el mes de diciembre para disfrutar más de los eventos y las tradiciones navideñas. En julio repetimos este ayuno de pantallas para crear espacios para lectura y pasatiempos en familia.

Modela el uso sano de tecnología. Los ojitos de nuestros pequeños nos miran, como adultos cristianos modelamos a nuestros hijos la manera en cómo manejamos la tecnología. Si amamos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza a nuestros dispositivos, ellos aprenderán a hacer lo mismo. Pero si ponemos el ejemplo del uso de tecnología para bendecir y aprender y descansar para la gloria de Dios, también lo aprenderán. Abrimos el diálogo con nuestros hijos acerca de los programas que están viendo y qué les están enseñando acerca del mundo. Aun si ven algo inapropiado (cosa que suele pasar aun con los padres más cautelosos), nos da una gran oportunidad para hablar de nuestros valores y del impacto poderoso de los mensajes visuales.

La tecnología es una herramienta que podemos utilizar para nuestro bien. Seamos padres sabios en su uso.

Autora: Beth Saavedra
Empresa: Iglesia La Viña Quito
Sitio Web: vinaquito.com

7 05, 2017

Una madre sabia enseña a sus hijos a amar y servir a Dios.

2017-05-07T11:00:45-05:007 mayo, 17|

La mayoría de las veces la maternidad es un motivo de gran expectativa y gozo, pero no siempre es así. Es el caso de las mujeres que desesperadamente anhelan tener hijos y no pueden concebir, o aquellas que no están preparadas para ser madres, y les toma por sorpresa, o las madres que no disfrutan de una buena relación con sus hijos. Las exigencias de la maternidad a veces pueden abrumar y superar las alegrías. No obstante, hay una cosa que el amor maternal siempre necesita, y eso es sabiduría.

Ser una madre sabia, no significa que ella siempre tiene la respuesta correcta, que entiende cada dilema y actúa con infinita paciencia. Una madre sabia no es una madre perfecta (esto no existe), pero sí es apasionada, leal y confía que Dios siempre está actuando. Tendemos a tener altas expectativas de las madres, y probablemente la mayoría de las madres tienen incluso mayores expectativas de ellas mismas. Una madre sabia sabe cómo verse a sí misma, su rol y sus relaciones en el contexto de la verdad y el amor. Ella es a la vez optimista y realista. Y finalmente reconoce sus propias limitaciones, y descansa en el conocimiento que solo Dios es perfecto.

La esencia de una madre sabia no se encuentra en la aplicación de las últimas teorías sobre cómo criar a los hijos. Más bien se origina en la determinación de amarlos para que ellos aprendan a amar y servir a Dios y a los demás. Mientras ella busca a Dios, enseña a sus hijos a hacer lo mismo, comparte lo que ha aprendido, tanto de su propia experiencia como de las Escrituras.

  1. ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré. (Isa 49:15 LBA).
30 04, 2017

Recuerdos que dibujan sonrisas en el rostro de nuestros hijos

2017-04-30T10:27:22-05:0030 abril, 17|

Con demasiada frecuencia subestimamos el poder de un toque, de una sonrisa, una palabra amable, un oído presto a escuchar, un cumplido honesto, o un pequeño acto de amor, todo lo que tiene el potencial de transformar una vida. Leo Buscaglia

Cuando el amor es una teoría, es seguro, está libre de riesgos. Cuando el amor está solo en el cerebro, no cambia nada, pero el amor es demasiado hermoso para mantenerlo encerrado detrás de la frente, como si fuera un prisionero. El amor hace cosas y esas cosas crean recuerdos que se quedan para toda la vida.
Recuerdo un verano precioso que pasé con mi familia en una hacienda con ganado, árboles de naranjas, mandarinas, papayas, badeas, y un pequeño río con agua cristalina en el que podíamos ver y sentir a los peces y camarones pasar por nuestros pies.

Siempre que recuerdo ese verano, se dibuja una sonrisa en mi rostro. Es que los recuerdos son como huellas que dejamos en el camino. El escritor Jean Paul Ritcher dijo que “El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados”.  Y yo lo creo así.

Como padres, tenemos la oportunidad de crear hermosos recuerdos en la vida de nuestros hijos y para aquellos que hemos pasado al estado de máxima felicidad- me refiero a ser abuelos- en la vida de nuestros nietos.

Algunas sugerencias para crear recuerdos felices en el alma y mente de su hijo:

  1. Las reuniones entre familia, con tíos, primos, abuelos, son perfectas para crear gratos recuerdos. Los niños pueden ser incluidos en la planificación de juegos para que participen grandes y chicos.

  2. Organizar noches de talento en las que se distribuyan diálogos de cuentos u obras de teatro para representarlas.
    El público es la familia y amigos. Recuerdo que, en la pasada Navidad, cada miembro de mi familia memorizó la historia del nacimiento de Jesús en verso, y así todos participamos. ¡Nos divertimos mucho!

  3. Hacer actividades al aire libre. Salir a caminar, andar en bicicleta, jugar en el parque. Acampar, aunque sea en el patio de la casa.

En estas y otras actividades que se comparten con los hijos, les estamos diciendo que nos importan, que los amamos. Ahora que somos el centro de sus vidas, aprovechemos para llenarlas con experiencias entrañables, de las que impactan y se quedan grabadas en su corazón para siempre. Seamos creativos e intencionales para dejar huellas que dibujen sonrisas en sus rostros.

  • Recuerdos hay muchos. De calidad, significativos, enriquecedores, no muchos. Hay que crearlos para los hijos. Estos perdurarán para el resto de sus vidas.

MDC/ag

24 04, 2017

La oración de mamá: Cómo enseñar a nuestros hijos a orar

2017-04-24T11:10:17-05:0024 abril, 17|

¡Qué regalo tan hermoso! Sí, la bendición de ser mamá, un pedacito de cielo para amar, con quién conversar, cantarle canciones de cuna, mirar su paz mientras duermen, escuchar esa vocecita que dice “ma ma…”, tantos recuerdos y experiencias que nos permiten crecer en este hermoso camino.

Quizá te estés preguntando: ¿cómo puedes dedicar un tiempo para ti y para tus hijos, leyendo la Palabra de Dios y orando juntos, a pesar de todas las ocupaciones que tienes? No te afanes, es la misma pregunta que nos hacemos muchas de nosotras.

  1. Crea la necesidad en ellos para hablar con Dios por medio de la oración. Sí, una necesidad. Porque, por medio de la oración, les enseñamos que dependemos de Dios totalmente; nosotros no logramos nada por nuestra cuenta.  Escoge una hora del día en la que puedas tener un tiempo de quietud para que puedan orar en familia.
  1. Enséñales, por medio de ejemplos, que la cercanía o la relación que tengamos con Dios crece por medio de la oración. Puedes mencionar a una amiga de tu hija con la siempre habla, por lo que cada vez serán más unidas; de la misma manera funciona la oración. Estamos más cerca de Dios por medio de la conversación que tenemos con Él.
  1. Habla de lo cercano que está Dios para nosotros. Dios está disponible todo el tiempo, no solo durante el tiempo que dedicamos a orar como familia. Por medio de esto, menciónales la posibilidad de que tus hijos pueden orar mientras están en la escuela, por ejemplo, antes de tener una prueba o examen.
  1. Pídeles que digan algunas frases que sean espontáneas, pueden citar si alguna persona de la familia está enferma o un amiguito de la escuela se cayó o no fue a clases.
  1. Guía su oración para que siempre busquen la sabiduría de Dios. Une esta parte de tu enseñanza con historias bíblicas. Por ejemplo, la del rey Salomón, el hombre más sabio, para que tus hijos puedan anhelar esto para sus vidas.
  1. Diles a tus hijos que, a veces, Dios tiene otros planes. Lo aprendí del doctor James Dobson. Así, ellos van a crecer sabiendo que Dios va a darnos lo mejor para nuestras vidas.  No siempre es lo que pedimos, pero confiamos en que es algo superior a nuestros pensamientos.
  1. Fomenta su seguridad diciéndoles que Dios está siempre con nosotros, es una promesa escrita en Su Palabra; Su Omnipresencia es algo maravilloso y real.
  1. Pregúntales a tus hijos cuál es su porción bíblica favorita y ayúdales a memorizar uno o dos versículos de ese texto. Me encanta el Salmo 23; puedes comenzar con este y explicarles un versículo por día.  Estarás feliz cuando los escuches recitarlo.
  1. Nunca dejes de lado la gratitud mientras oras. Agradece por todo, aunque sea pequeño: por la cama calientita donde se van a acostar, por la fruta que comieron en la tarde y por la golosina que mandaste en sus loncheras.  La gratitud convierte en lo que tenemos en suficiente.

Puedes comenzar hablando sobre Dios a tus hijos en cada oportunidad que tengas, mientras los dejas en la escuela, mientras se ponen pijama o mientras preparas la comida.  Aprovecha estos tiempos para acercarles al Creador de sus vidas.

Nada podrá borrar lo que has sembrado en el corazón de tus hijos.

MDC/ag

17 03, 2017

Cosas que perjudican o benefician a nuestros hijos

2017-03-17T12:18:51-05:0017 marzo, 17|

Perjudica decir: Si lavas los platos, te doy un chocolate.

Beneficia decir: ¿Te acuerdas como lavaste los platos hace poco? Fue de mucha ayuda.

Perjudica decir: Si no comes la sopa, no vas a crecer y serás débil.

Beneficia decir: Si comes la sopa, serás fuerte e inteligente como tu papá.

Perjudica decir: ¡Vamos, muévete! ¡Cuánto tiempo tengo que esperarte!

Beneficia decir: ¡Juguemos a quién se a lista primero!

Perjudica decir: ¡Deja de llorar!

Beneficia decir: Sé cómo te sientes, también me hubiera ofendido; hablemos de eso.

Perjudica decir: ¡Ya es suficiente, solo cálmate!

Beneficia decir: Lo entiendo, pero sabes que no puedo permitírtelo.

Perjudica decir: ¡Lo haces mal, mejor yo lo hago!

Beneficia decir: Te voy a enseñar un sencillo truco para que los hagas mejor y rápido.

Perjudica decir: ¡Nos vamos ya, porque yo digo!

Beneficia decir: Sé que quieres jugar, pero ya tenemos que irnos.

Perjudica decir: ¡Mira lo que hiciste!

Beneficia decir: Sé que no era tu intención, pero ten más cuidado la próxima vez.

 

Recuerda lo que nos dice la Biblia: “No provoquemos a ira a nuestros hijos, sino eduquémoslos en la disciplina y el temor de Dios”.

MDC/ag

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